Este templo, como la mayoría de los de la zona, fue construido en época románica con un estilo característico, especialmente en la parte de la cabecera.

También necesitó unas modificaciones a lo largo de los siglos para adaptarlo a los diferentes corrientes estilísticas y las necesidades litúrgicas de cada momento.

Presenta una sola nave, rematada al este por un ábside semicircular. Este perdió su función cuando en el siglo XVII se cambió la orientación del templo. En este momento se construye una torre campanario, que utiliza el tambor absidal y el muro sur del presbiterio como base. En la parte inferior se ubicó la sacristía, sobre la que se construyó un coro, hoy desaparecido. El interior del templo está decorado en estilo barroco, conservando buena parte de sus pinturas, aunque en un estado muy deficiente.

La parte que se conserva del ábside está decorada con cinco grandes arcos ciegos, apoyados en lesenas. En la central se abre una ventana de doble derrame. Bajo la cornisa, encontramos el característico friso de baquetones.

En la parte interior, medio escondido por las estructuras construidas posteriormente, se puede ver parte de la mandorla mística y las letras NES, que probablemente nos indican la presencia del símbolo del Tetramorfos del evangelista Juan (Iohan).

En mejores condiciones se conservan dos figuras nimbadas de unos apóstoles. En este caso por que fueron trasladadas al Museo Diocesano de Jaca.

Se les conoce popularmente con el nombre de "Los Llorones de Susín" debido a su expresión de tristeza. Por este motivo, algunos estudiosos afirman que el motivo representado en el ábside de Susín sería una Ascensión a los Cielos. Su técnica y estilo recuerda a las pinturas de la nave de Santa María de Taüll .

En la nueva cabecera se reubicó la antigua mesa de altar, que presenta grabadas las cruces de consagración. Como no era suficientemente grande para las nuevas funciones litúrgicas, se amplió por el lado derecho.

En el presbiterio sur encontramos uno de los elementos más interesantes de este templo. Se trata de una ventana geminada con arcos de herradura, característica del Serrablo.

El otro elemento interesante y que le hace "especial" en toda la comarca, son los sillares reaprovechados en la cabecera. Proceden, con casi toda seguridad, de un templo anterior de origen hispanovisiogodo. Dominan los símbolos de tradición celta como espirales, círculos concéntricos y motivos geométricos.

En el lado sur del tambor absidal vemos una cruz con los brazos iguales enmarcado dentro de un círculo. Del brazo horizontal cuelgan las letras alfa y omega.